IntroducciónLas heridas, y en especial las crónicas, constituyen un problema de gran envergadura, alcanzando todos los niveles asistenciales y generando multitud de complicaciones al paciente y cuidador principal (pérdida de la calidad de vida, aumento de la morbimortalidad, sufrimiento, dolor, sobrecarga del entorno familiar, etc.), al personal sanitario (mayor carga de trabajo, frustración, implicaciones legales, etc.), y a las instituciones sanitarias (incrementos de los costes económicos, recursos, etc.) (1,2). Suponen un ?lastre epidémico? para la salud pública y la seguridad del paciente (3).La estimación mundial es de 400 millones de personas con heridas de diferente naturaleza, de las cuales 20...