La publicidad juega un papel fundamental en la promoción de consumo de alimentos malsanos, ricos en azúcares simples, grasas saturadas y sal. En Estados Unidos se comprobó que, en un periodo de nueve meses, los niños pueden exponerse a más de 220.000 mensajes publicitarios, de los cuales un 36,4% anuncia productos alimenticios procesados (Powell et al., 2007). En un estudio realizado en Andalucía en 2017 sobre las dos cadenas de televisión con más cuota de pantalla en esa comunidad, se constató que los espectadores estaban expuestos a ?31,3 anuncios por hora y, en el caso de los anuncios de productos alimenticios procesados...