Los síntomas que presenta un enfermo con enfermedad avanzada y/o final de vida pueden ser múltiples: debilidad, anorexia, pérdida de peso (tríada del síndrome tóxico o sistémico), náuseas, vómitos, ansiedad, boca seca, dolor, disnea, estreñimiento y somnolencia. Algunos de ellos, como el dolor, los vómitos, la boca seca, etc., responden mejor a la terapéutica; sin embargo otros, como la debilidad, la anorexia o la pérdida de peso son síntomas de difícil solución y debe potenciarse la adaptación del enfermo y de la familia. En todos estos síntomas se encuentra una dimensión fisiológica y otra afectiva o conductual y es importante observar...