La ESC en sus guías de actuación establece que, además del tratamiento farmacológico, hay unas medidas generales imprescindibles en los pacientes con IC en fase aguda, y que son: Hospitalización.Monitorización hemodinámica con control de constantes vitales y de ganancia o pérdida ponderal.Reposo en cama, aunque la deambulación debe reiniciarse tan pronto como sea posible.Control de los niveles de electrolitos, urea, creatinina, hemoglobina, hematocrito, etc.Restricción de fluidos y de sodio.Oxigenoterapia y soporte ventilatorio: es esencial conseguir saturaciones de oxígeno de 95-98%. Para ello se administrará oxígeno a altas concentraciones y, si esto no es suficiente, se empleará la ventilación mecánica no invasiva...