En uno de cada 650 vuelos se produce una emergencia sanitaria En total, cada año, hay 17.000 casos de emergencias médicas en el interior de este medio de transporte, según un estudio de la revista Emergency Care.
La normativa que rige este problema no es del todo clara, puesto que la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) únicamente recomienda que las compañías de vuelo dispongan en cada avión de un kit básico de atención sanitaria.
Sin embargo, no hay ninguna ley internacional que obligue a seguir esta recomendación que, a ojos de muchos especialistas, es vital para salvar vidas. Este kit de emergencias completo estaría compuesto, en primer lugar, por un sistema de reanimación cardiorrespiratoria y un desfibrilador semiautomático. Ambas herramientas podrían ser utilizadas por el personal auxiliar de vuelo. También se compondría de medicamentos de necesario control médico como adrenalina, cloruro cálcico, corticoide y antiarrítmico, es decir, fármacos de primeros auxilios. Y por último un electrocardiograma con la función de transmitir vía satélite las señales vitales para poder dar una mejor cobertura sanitaria.
Otro de los puntos más discutidos es la preparación médica que tienen que tener los auxiliares de vuelo. Además de conocer a la perfección el protocolo de primeros auxilios, deberían recibir cursos de cómo atender una emergencia cardiovascular. Los pasajeros con este tipo de deficiencias son los más propensos a necesitar ayuda sanitaria.
Dar una respuesta rápida a cualquier emergencia sanitaria dentro de un avión, proporcionaría una mayor seguridad a todos los pasajeros y una mejora en la calidad de vuelo.