Varios profesionales sanitarios fueron denunciados por haber accedido al historial de una compañera médica durante la pandemia para ver si tenía covid. Los hechos tuvieron lugar en el centro de salud de Albarracín durante la pandemia cuando los compañeros, ante la ausencia continuada de la médico, accedieron a su historial para comprobar si se había contagiado, después de que les comunicara un día que notaba síntomas del virus y se iba a su casa.
Denunciados por acceder al historial de una compañera
La médico denunció a sus compañeros por un presunto delito de revelación de secretos, pero el juez no ve delito por varios motivos. Según el auto, al que tuvo acceso EFE, el magistrado reconoce el derecho de que todas las personas tengan sus datos personales en secreto, pero recuerda que “la profesional sanitaria no regresó a su puesto de trabajo y todo esto se produjo en el peor escenario de la pandemia por el covid”.
“La memoria es débil y es fácil ahora, desde el presente, incurrir en descontextualizaciones no teniendo en consideración la situación tan extrema a la que se sometió a la sociedad y, más en concreto, al sector sanitario”, subraya el instructor para descartar que el acceso a la información tuviera como finalidad perjudicar a la denunciante.
A su juicio, “en ningún caso los accesos fueron caprichosos ni tenían la finalidad de perjudicar a la denunciante, sino que tenían una justificación en el contexto de absoluta anormalidad que se estaba viviendo, ya fuera por las funciones propias de seguimiento encomendadas reglamentariamente, ya fuera para atender adecuadamente los servicios sanitarios desbordados por las circunstancias”.
Durante el juicio los cuatro acusados alegaron que necesitaban sabe si tenían que sustituir a su compañera para reorganizar el servicio y también sabe si era necesario desinfectar o iniciar acciones de rastreo con los pacientes que había tratado. Ante esto, otro de los jueces también señaló que “en un contexto de crisis pandémica nunca existe secreto de la historia clínica y todos los breves accesos tenían una justificación profesional y se realizaron al efecto de conocer si la médica denunciante se había contagiado a fin de poder reorganizar el servicio y desinfectar las instalaciones”.
En conclusión, los jueces no ven delito en la acción realizada por los profesionales sanitarios que “en lo peor de la pandemia cumplieron con su deber y trataron de evitar males mayores a la ciudadanía”.
