“Nuestra unidad es un dispositivo móvil que atiende a personas drogodependientes que no quieren o no pueden asistir a otros recursos asistenciales”

Lunes, 12 de agosto de 2024

por Natalia Hernández Manjón


Alba Sancho y Blanca Ibernón son enfermeras de la Unidad Móvil Madroño del Instituto de Adicciones del Ayuntamiento de Madrid. Un servicio en el que atienden a personas drogodependientes que precisen su ayuda con diferentes programas y tratamientos. Hablamos con ellas y nos cuentan quién forma el equipo, cómo trabajan y el importante papel que tienen las enfermeras en él.

enfermeras que atienden a personas drogodependientes
Blanca Ibernón y Alba Sancho

Pregunta. ¿En qué consiste la unidad móvil de reducción de daños? ¿A qué pacientes atendéis?

Respuesta. Nuestra unidad consiste en un dispositivo móvil dependiente de Madrid Salud que atiende a personas drogodependientes que no quieren o no pueden asistir a otros recursos asistenciales de la red. Realizamos intervenciones en un punto fijo y en un horario determinado todos los días del año.

Al ser una unidad móvil las asistencias se realizan principalmente a pie de calle, pero también se realizan actuaciones multidisciplinares en domicilios.

Atendemos a cualquier persona, documentada o no, que precise nuestro servicio y se acerque a nuestra unidad.

P. ¿Cuál es el objetivo de esta unidad? ¿Quién compone el equipo?

R. Nuestro objetivo es la reducción de daños, que como concepto engloba todas aquellas intervenciones sociosanitarias dirigidas a minimizar el impacto negativo que tiene el consumo de sustancias.

Con este objetivo se abarcan una serie de programas como el tratamiento sustitutivo de opiáceos con metadona, el intercambio de jeringuillas o el asesoramiento y coordinación con otros recursos sociales, además de intentar facilitar necesidades básicas, sobre todo de higiene y alimentación.

También nos encargamos de realizar prospecciones en zonas de consumo para evaluar y apoyar a otros recursos terapéuticos, como unidades de proximidad o salas de reducción de alcohol. Para realizar esta labor trabajamos de forma interdisciplinar con educadores y trabajadores sociales, monitores y médicos.

P. ¿Qué papel tienen en él las enfermeras?

R. Somos las encargadas de la administración de metadona y medicación pautadas, proporcionar la asistencia sanitaria básica, promover la educación para la salud y la detección y control de casos de hepatitis, VIH, tuberculosis e ITS. También asesoramos sobre estrategias para reducir el consumo, sobre técnicas seguras para minimizar los riesgos de ese consumo por las diferentes vías (oral, fumado, inyectado, etc.) o sobre cómo actuar en casos de sobredosis.

P. ¿Qué formación necesita tener una enfermera para trabajar en una unidad de drogodependencia?

Blanca: En mi caso la formación específica en drogas me la proporcionó la empresa, yo venía de un centro clínico privado y no tenía ninguna formación relacionada con el mundo de las drogas, aunque sí había trabajado en urgencias y hospitalización. Presenté mi currículum y en ese momento encajé por las necesidades que tenía el servicio y entiendo que por mi predisposición a aprender.

Luego he ido formándome de forma autodidacta y, en gran medida, a través de la experiencia adquirida a lo largo de estos cinco años observando a compañeros más veteranos.

Alba: Yo comencé a interesarme en el tema de las adicciones durante la carrera. Pude cursar una asignatura optativa de drogodependencias y tras finalizar Enfermería accedí a varios cursos relacionados hasta que realicé el Máster de Adicciones.

Tras el máster, seguí realizando formaciones muy encaminadas a la reducción del daño y ya comencé a trabajar en un recurso de drogodependencias y a participar en actividades de voluntariado en otros recursos de adicciones. Desde entonces he trabajado en este ámbito, pero, como dice Blanca, lo que más conocimiento te aporta es la experiencia, tanto propia como la de compañeros que llevan mucho tiempo trabajando con nuestros usuarios.

P. ¿Dónde se pueden encontrar estas unidades?

R. Nuestra unidad pertenece al Ayuntamiento de Madrid (Madrid Salud) y se ubica en Paseo del Rey, cerca del Centro Abierto La Rosa y el albergue de San Isidro.

P. ¿Qué mejoras notáis en los pacientes que acuden a ella? ¿Hay un poco de reticencia de los pacientes drogodependientes a acudir a vosotros?

unidad de drogodependencia

Blanca: En general nuestros pacientes muestran muchas reticencias para entrar en el circuito asistencial porque es cierto que es un perfil percibido comúnmente por los sanitarios como incómodo o problemático, esto suele deberse, en mi opinión, a una ignorancia desintencionada por nuestra parte sobre las adicciones en general y también a un problema de empatía hacia las personas que enfrentan este tipo de enfermedad.

La ausencia de formación específica es un problema ya consolidado en nuestra profesión que sufrimos nosotras al encarar los puestos de trabajo, pero que indudablemente afecta a nuestros pacientes, por lo que diría que la aproximación de las personas que consumen sustancias se ve afectada por esta falta de formación y también por los prejuicios y el estigma que rodean al consumo en nuestra sociedad.

Alba: En cuanto a beneficios, notamos que cuando perciben que están recibiendo una atención personalizada y muy específica, fuera de prejuicios y normalizada, suelen mostrar una buena disposición y una mejor actitud para empezar un tratamiento. En pacientes que consiguen mantener una adherencia, a parte de reducir el consumo de heroína y, en ocasiones de otras sustancias problemáticas, mejoran su situación a nivel social y sanitario, consiguiendo documentación, ayudas, citas y tratamientos sanitarios de otras patologías, además de acceso a otros recursos de tratamiento o residenciales, por lo que para personas en esta situación de vulnerabilidad son pasos adelante muy importantes y necesarios.

P. ¿Cómo es el día a día del trabajo de una enfermera en él? Al ser una unidad móvil me imagino que los pacientes son distintos cada día o ¿hay seguimiento?

R. El trabajo es dinámico ya que actuamos en diferentes escenarios en nuestro día a día. Tenemos una parte de trabajo en nuestra oficina, de preparación de tratamientos, botes de pacientes domiciliarios y trabajo administrativo de coordinación. Todas las semanas realizamos una reunión de equipo en la que abordamos diferentes estrategias a tomar con nuestros pacientes.

Otra parte del trabajo es la actuación domiciliaria y los acompañamientos sociosanitarios, y la parada diaria en punto fijo, por lo que resulta un trabajo ameno y variado.

Realizamos un seguimiento continuo de nuestros pacientes, ya que hay bastantes que llevan mucho tiempo con nosotros. A la parada suelen acudir diariamente, aunque hay algunos que vienen dos o tres veces por semana, para facilitarles la asistencia y, al final, “buscarse la vida” en las zonas donde pernoctan, que no siempre es cerca de nuestra localización.

P. ¿Cuál es el momento que más recordáis como enfermeras de esta unidad?

Alba: Yo no tengo un momento específico, pero muchos que me traen muy buenos (y a veces malos) recuerdos. Vivimos muchas cosas tanto con los pacientes como entre nosotros como equipo. Vemos pasar a mucha gente por nuestro dispositivo, recuerdo a algunos con mucho cariño y momentos muy divertidos o emotivos con ellos y ellas.

También momentos duros, hay conflictos complicados o personas que te cuentan su historia de vida o sus vivencias que son muy duras, y eso deja huella. Y con el equipo pasamos muy buenos momentos, desayunos y comidas, reuniones, paradas… tenemos muy buen ambiente y compartimos muchas cosas que hacen mejor el día a día en nuestro trabajo.

Blanca: Como dice mi compañera es muy difícil mencionar un solo momento, pero para mi la actitud de todo el equipo frente a las adversidades es lo que tengo más presente como rasgo. Creo que, a pesar de manejar situaciones muy extremas, buscamos la manera de no ser derrotistas y dejar siempre una puerta abierta al cambio o a traer nuevas alternativas terapéuticas sin rendirnos fácilmente con nadie.

P. Desde vuestra perspectiva, ¿qué es necesario hacer para luchar contra la drogodependencia?

Blanca: Teniendo en cuenta la alta tasa de personas sin hogar que atendemos en nuestra unidad, diría que los avances más significativos que he observado en pacientes han estado relacionados, por un lado, con el apoyo asistencial por medio de profesionales y recursos específicos, y por otro, cuando se ha conseguido partir de una situación de confort mínima en la vida de esas personas, con ello me refiero a tener cubiertas las necesidades básicas de vivienda, higiene y alimentación.

Entonces, como respuesta breve a una situación muy compleja, comenzaría con la cobertura de las necesidades básicas y la educación en drogas a edades tempranas como estrategias efectivas a largo plazo.

Alba: Como dice Blanca, creo que la estrategia inicial sería reforzar la educación sobre esta temática desde muy pronto para dar herramientas a los más jóvenes y encarar este problema con conocimiento y autonomía. Cuanta más información manejen, más control tendrán sobre sus decisiones.

Además, es importante tener una red de recursos de tratamiento y residenciales potente para dar cabida a nuestros pacientes, con profesionales de distintas áreas formados y una asistencia integral a su situación. Las adicciones no consisten únicamente en un problema de consumo de sustancias y si tratamos de manera holística a las personas, conseguiremos mejores resultados.

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