“La Unidad Cardiorrenal incluye las intervenciones diseñadas para estabilizar, enlentecer o incluso revertir la progresión de la patología cardiorrenal”

Miércoles, 17 de julio de 2024

por Natalia Hernández Manjón


Elisabeth Tejeda es enfermera del servicio de Nefrología en el Hospital del Mar y forma parte del equipo de la nueva Unidad Funcional Cardiorrenal. Se trata de un servicio en el que forman parte tanto Cardiología como Nefrología y que tiene como objetivo mejorar la atención y el abordaje integral de los pacientes con síndrome cardiorrenal. Hablamos con ella para que nos cuente un poco más de la importante labor de esta nueva unidad.

Elisabet Tejeda forma parte de la Unidad Funcional Cardiorrenal
Elisabet Tejeda

Pregunta. ¿En qué consiste la Unidad Funcional Cardiorrenal? ¿Cómo surgió la idea de crearla?

Respuesta. La enfermedad renal es una de las comorbilidades halladas con mayor frecuencia en los pacientes con insuficiencia cardiaca. Su presencia se asocia a peor pronóstico y genera gran incertidumbre sobre la monitorización y abordaje terapéutico.

Por esta razón, las unidades cardiorrenales han surgido como elementos integradores, que desde un punto de vista multidisciplinar pretenden vehiculizar la asistencia, docencia e investigación de este amplio espectro de pacientes.

La Unidad Cardiorrenal (UCR) incluye el conjunto de intervenciones coordinadas y multidisciplinares diseñadas para estabilizar, enlentecer o incluso revertir la progresión de la patología cardiorrenal con una perspectiva de atención personalizada que centra la organización del paciente.

P. Forman parte de esta nueva unidad los servicios de Cardiología y de Nefrología, ¿cuál es el objetivo de esta unión? ¿Tienen relación?

R. La colaboración entre los especialistas de Nefrología y Cardiología es necesaria para evitar la infrautilización de fármacos cardio-nefroprotectores o conseguir sus óptimas dosis.

El objetivo general de la UCR es mejorar la atención y el abordaje clínico integral de los pacientes con Síndrome Cardiorrenal (SCR) mediante un modelo más eficiente que garantice la atención personalizada, la continuidad asistencial, una mayor capacidad de respuesta y la reducción de la variabilidad clínica.

Además, el seguimiento conjunto permite rediseñar los procesos desde una perspectiva más flexible orientándolos al paciente y a los resultados (incremento de productividad, uso racional de los recursos y mejora en el control de costes) con el objetivo final de reducir la morbimortalidad.

P. ¿Quién forma el equipo?

R. El equipo lo forman 2 directoras o coordinadoras; una especialista en cardiología con formación específica en IC (Dra. Sonia Ruiz) y una especialista en nefrología (Dra. Clara Barrios).

  • Junto a las coordinadoras habrá al menos un facultativo especialista de cada servicio involucrado en la asistencia del paciente cardiorrenal. Dres. Sandra Valdivielso y Ronald Morales (Cardiólogos) y Dres. Jimena del Risco (Nefróloga) y Francesc Barbosa (Referente Unidad de técnicas Domiciliarias).
  • Enfermería de la unidad IC de nuestro centro, así como de las enfermeras de cuidados del hospital de día polivalente de cardio/nefro.
  • Enfermería especializada en el manejo del paciente con enfermedad renal crónica avanzada (ERCA), así como enfermera especializada en el manejo del paciente en tratamiento renal sustitutivo, principalmente diálisis peritoneal cuando se requiera. Enfermeras referentes de nefrología: Marisol Fernández (referente ERCA) y Elisabeth Tejeda (referente unidad DP).
  • Dos especialidades con sus referentes en nuestro hospital: Endocrinología y nutrición, referente Dr. Juan José Chillaron y Neumología, referente Dra. Marisol Domínguez.
  • Nefropsicóloga referente cuando se precise, Noelia Fernández.
  • Las gestoras de casos de los CAPs de nuestra área de salud.

P. El personal de Enfermería también participa, ¿qué papel tienen y cuál es su trabajo en ella?

R. La colaboración entre el personal médico y de Enfermería es indispensable para conducir con éxito un programa cardiorrenal.

La elaboración de estrategias comunes, el consenso de protocolos de actuación, la selección de los pacientes, la revisión de sus problemas particulares y la discusión de las pautas a seguir en cada situación se deberán llevar a cabo de forma conjunta.

Las enfermeras harán las extracciones analíticas, educación, administración de tratamientos por vía parenteral y realizarán una serie de actuaciones complementarias para la atención del paciente cardiorrenal.

P. ¿Qué formación necesita tener un profesional enfermero que desee trabajar en ella?

R. La especialización de la Enfermería es fundamental para el buen funcionamiento del programa. Hay que tener en cuenta la importante comorbilidad asociada de estos pacientes, edad avanzada, diabetes, fragilidad, etc., que suponen un extra en la atención de enfermería. En las UCR con diálisis peritoneal es necesario que el personal de enfermería sea experto en la técnica para poder formar adecuadamente al paciente.

P. ¿Qué pacientes atendéis? ¿Cuáles son los principales problemas que tienen los pacientes que acuden a ella? ¿Cómo pueden acceder a ella?

R. Los pacientes que se beneficiarían de su derivación a la UCR serían aquellos en los que tras la optimización del tratamiento se espere un beneficio clínico, mejoría de la congestión, calidad de vida, reducción de hospitalizaciones y mejoría en la supervivencia.

Se podrían dividir en 2 grupos:

-Agudos:

  • Pacientes que han presentado una hospitalización por IC aguda, especialmente aquellos que hayan presentado empeoramiento de la función renal, o con insuficiencia renal crónica moderada-grave de base. Estos pacientes presentan una mayor probabilidad de reingreso por el mismo motivo.
  • Pacientes que hayan sido hospitalizados por cualquier complicación renal y que presenten IC durante la hospitalización.

-Crónicos:

  • Pacientes con ERC estable que presenten IC en progresión (al menos un ingreso por IC aguda en los últimos 12 meses o que precisen diuréticos por vía parenteral (intravenosa o subcutánea) o >2 visitas a urgencias en los últimos 6 meses.
  • Pacientes de la unidad de IC con daño renal progresivo
  • Pacientes de la consulta de nefrología con daño cardiaco progresivo, especialmente aquellos con FGe < 30 ml/min/1,73m2.
  • Interconsultas desde atención primaria o de otras especialidades (endocrinología, digestivo, neumología, etc.) con afectación cardiorrenal (disminución del FGe especialmente por debajo de 45 ml/min/1,73m2) y antecedente de IC.

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