Página 25 - Demo Criticos

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tinuamente actualizados conforme a la evidencia
científica.
u
Es necesario que se coordinen con otros niveles
asistenciales, de atención primaria y especializa-
da, para que en todo momento el cuidado y el
tratamiento del paciente sean coherentes y conti-
nuos desde el comienzo de su proceso de enfer-
medad hasta la finalización del mismo, sea cual
sea el resultado final (restablecimiento total o no
de la enfermedad).
u
El funcionamiento de estos servicios (centros de
coordinación y equipos de emergencias) tiene que
mantenerse las 24 horas, los 365 días del año.
Estos elementos anteriormente relacionados, que
representan parte de los requisitos que debe cum-
plir un servicio de emergencias extrahospitalario,
estarían incompletos si no se les suman la base de la
actuación en estas situaciones. Esta base está desa-
rrollada en diez fases que constituyen el decálogo
prehospitalario.
Decálogo prehospitalario. Fases
El objeto de este decálogo es sistematizar y ordenar
la respuesta de los sistemas de atención ante situa-
ciones tan diversas como la emergencia, la emer-
gencia colectiva o la catástrofe, así como los entor-
nos y condicionantes en los que éstas se producen.
Es necesaria una respuesta lógica, simplificada y
encadenada de ejecución y actuación.
Fase de alerta
Se define como la fase de espera en la que el sistema
está preparado para afrontar cualquier situación de
emergencia de forma clara y adaptada. Requiere,
por tanto:
u
Que el ciudadano tenga acceso al sistema de
emergencias mediante el número de fácil me-
morización y marcación reducida mencionado
antes.
u
Que el centro de coordinación esté funcionan-
do las 24 horas del día con personal entrenado
en la recepción de la llamada y en la ejecución
del interrogatorio. Éste debe ser guiado me-
diante protocolos para recabar la máxima in-
formación del suceso en el menor tiempo posi-
ble. Por medio de sus conocimientos y de la in-
formación de la l lamada, un coordinador
decidirá el mejor recurso para dar respuesta a la
situación planteada.
u
Contacto fácil, rápido y eficiente con los disposi-
tivos de atención que tengan que dar esta res-
puesta al usuario. El sistema de comunicaciones
estará en buen estado y coexistirán varios dispo-
sitivos de comunicación distintos tanto en el
centro de coordinación como en los equipos de
emergencias.
u
Preparación adecuada de los profesionales inte-
grantes del dispositivo de atención correspon-
diente.
u
Adecuado estado del vehículo de intervención,
así como de todo el material integrado en él.
u
Protocolos de actuación para responder a las di-
ferentes situaciones de emergencia.
Fase de alarma
En esta fase se pone en marcha el sistema. Una vez
recibida la llamada y catalogada en función de
parámetros que determinan la situación de urgen-
cia o emergencia, se pone en marcha la respuesta
adaptada a esta situación.
Este punto requiere protocolos claros y precisos en
el sistema de información del centro de coordina-
ción para que la figura del coordinador, representa-
da por un médico en la mayoría de los centros, esta-
blezca el recurso idóneo de atención.
El sistema de información en esta fase es crucial, así
como la toma de datos precisos:
S
ERIE
C
UIDADOS
A
VANZADOS
u
Cuidados al paciente crítico adulto
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