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u
Identificación del alertante.
u
Lugar en el que se ha producido el suceso.
u
Tipo de suceso.
u
Confirmación del teléfono del alertante.
Una vez determinado el tipo de suceso, se dirigirá el
interrogatorio con un protocolo establecido para
obtener la información clave en el menor tiempo
posible. En esta fase, por tanto, está incluida la deci-
sión de la figura del coordinador y la activación del
recurso que éste haya determinado, se informará del
lugar preciso de la emergencia y de lo que ocurre.
Fase de aproximación
Es el acceso al lugar por la vía más segura, rápida y
corta. Tanto en el camino como a la llegada es pre-
ceptivo el uso de medidas de seguridad activa y
pasiva para la protección del equipo de emergencias
y de todos los que encuentre en el camino.
A la llegada al lugar del suceso se deben seguir
adoptando las medidas de protección necesarias
para el equipo, el paciente y terceros en el lugar de
la asistencia. Las medidas de protección tienen unas
características diferenciadoras en función del lugar
de asistencia:
u
Vía pública.
u
Domicilio.
u
Vías de circulación (caminos, carreteras, auto-
vías, etc.).
u
Centros de educación, centros sanitarios, etc.
Fase de aislamiento
Comprende el balizamiento de la zona de actuación y
la determinación, mediante una segunda evaluación
del suceso, de la necesidad de apoyo al equipo de
emergencias (de seguridad, rescate, otros dispositivos
sanitarios, etc.). Esta información será transmitida al
centro de coordinación lo antes posible.
En general, los datos se resumen en los siguientes:
u
Dimensiones del suceso.
u
Número de pacientes, víctimas o personas impli-
cadas en el mismo.
u
Recursos de la zona.
u
Existencia de riesgos añadidos.
u
Necesidad de apoyo.
u
Rutas de acceso.
Fase de
triagge
Hacer
triagge
significa clasificar a las víctimas en el
lugar del suceso. Es necesaria una preparación pre-
via para saber realizar un
triagge
adecuado. Es un
método basado en un conjunto de procedimientos
asistenciales que orientan sobre la posibilidad de
supervivencia inmediata en función de:
u
Número de víctimas.
u
Naturaleza del suceso.
u
Recursos sanitarios disponibles en la zona.
u
Distancia a los hospitales.
u
Medios de transporte disponibles.
La clasificación se ampara en los siguientes prin-
cipios:
u
La vida tiene prioridad sobre la preservación de
un miembro, sobre la conservación de su fun-
ción y sobre el defecto anatómico de éste.
u
Las principales amenazas para la vida son, por
este orden, la asfixia, la hemorragia y el shock.
u
La clasificación pretende identificar ante todo a
aquellos pacientes críticos que necesiten asisten-
cia inmediata y separarlos de los otros. Además,
identifica a los que no necesitan asistencia, bien
porque son heridos leves, bien porque sufren le-
siones que objetivamente son incompatibles con
la vida.
Se establece la siguiente clasificación:
S
ERIE
C
UIDADOS
A
VANZADOS
u
Sistema integral de atención en urgencias, emergencias y cuidados críticos
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